
La banca ha solicitado al Gobierno y al Instituto de Crédito Oficial (ICO) que introduzcan cambios en el programa de avales destinado a jóvenes y familias con hijos que buscan comprar vivienda, ya que su aplicación está resultando muy limitada. Este plan, dotado con 2.500 millones de euros, pretende facilitar el acceso a la vivienda cubriendo hasta el 20% del valor que los bancos no financian con hipoteca. Sin embargo, tras un año en vigor, apenas se han formalizado operaciones por unos 189 millones de euros —menos del 10% del total previsto—, lo que evidencia que el programa no está llegando a los ciudadanos.
Las entidades financieras apuntan a la excesiva burocracia y a un diseño poco práctico como principales obstáculos. Por ello, proponen que el aval se conceda antes de la firma de la hipoteca y que se simplifiquen los trámites administrativos, con el fin de agilizar el proceso y hacerlo más atractivo tanto para los bancos como para los compradores.
El plan fue presentado como una medida para ayudar a los jóvenes que no pueden aportar el 20% de entrada exigido por los bancos, sin comprometer la solvencia del sistema financiero. Sin embargo, desde su lanzamiento, ha recibido críticas por parte de expertos que temen que este tipo de ayudas pueda contribuir a aumentar aún más los precios de la vivienda. Las líneas de avales, que inicialmente caducan a finales de 2025, podrían prorrogarse hasta 2027 si se introducen las mejoras necesarias para que cumplan su objetivo.
FUENTE PERIODÍSTICA ABC