El Banco de España ha identificado que el precio de la vivienda en el país podría estar inflado entre un 1,1% y un 8,5%. Esta valoración se basa en un desajuste entre la elevada demanda y una oferta limitada, además del impulso que suponen las rentas familiares crecientes. Aunque el análisis no ofrece datos específicos por región, los mercados de Madrid y Cataluña tienen un peso importante en los resultados por su alta concentración de actividad inmobiliaria.
Este desequilibrio se ha incrementado en solo seis meses, pasando de una estimación del 0,8%-4,8% al nivel actual. No obstante, el director general de Estabilidad Financiera, Daniel Pérez, ha señalado que los indicadores de riesgo siguen en niveles manejables y que no se detectan señales de un deterioro en la calidad del crédito o un aumento excesivo del riesgo por parte de los bancos.
Por otro lado, el organismo ha ajustado a la baja su cálculo sobre la escasez de viviendas, estimando que entre 2022 y 2024 faltan entre 400.000 y 450.000 unidades, en comparación con las 600.000 previamente previstas. Este déficit se concentra principalmente en Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga, que en conjunto representan más de la mitad de la necesidad habitacional del país.
FUENTE PERIODÍSTICA EL ECONOMISTA